Es conocido que los pueblos que habitan cerca de la orilla de los ríos frecuentemente necesitan cruzar la corriente de agua y para ello usan losas de piedra entre las dos orillas. No obstante si el torrente de agua resulta caudaloso y bastante ancho, entonces las losas de piedras usadas anteriormente no son suficientes y optan por usar un larguero de madera. Debido a que el larguero tiene a ceder hacia su mitad, se aumenta su resistencia, con el apuntalamiento de los extremos, es decir, tratando de formar triángulos. Es necesario observar la gran utilidad de los triángulos en la vida cotidiana, tanto en la actualidad como en el pasado, desde las pirámides, hasta las grandes edificaciones observadas hoy en día.